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FRANCISCO ÜSTÉRIZ LIZARRAGA El mundo extrasensorial Cada vecino de la comuna es un individuo, una persona: lleva en su interior un pozo de vidamuy profundo que nadie lo ve; nadie sabe lo que piensa, lo que siente, lo que quiere, lo que busca, lo que trama...; es como un castillo cerrado. El castillo tiene unas ventanas a través de las cuales la persona se asoma al exterior; a través de ellas nos saludamos, nos conocemos, nos estimamos, nos unimos, formamos comunidad. A veces hay cosas, acontecimientos, vivencias que rebasan los sentidos y hacen que el mundo extrasensorial seamás agitado que el de los sentidos. José Higinio García Panchan, hombre maduro de cuerpo estirado y magro, cuenta que hace unos años viajó de noche desde Playas a Engabao. Desde que salió del balneario caminó con un bulto que le siguió hasta el parque de la comuna. García pasó miedo. Se armó de valor y de un palo de balso que agarró en el camino. Cuando el bulto se le acercó, José Higinio le saludó y en varias ocasiones le volvió a saludar. La sombra no le contestó. De vez en cuando le miraba de reojo. "NO ME MIRES, SIGUE". Fueron las únicas palabras que gastó en los 14 kilómetros del trayecto. García oró con todo el corazón: "Diosito bonito, ayúdame". Llegó al recinto con el cerebro explotado y corrió a su casa; eran las once de la noche; la mujer tardó en abrir. Cuando subió las escaleras apareció el bulto, ahora de blanco. Unajauríade perros despertó la noche con aullidos lastimeros y se esfumó el bulto. Entonces cayó en la cuenta: "era el ánima de su padre". Después continuó apareciéndosele; se le presentaba en el trabajo, en la comida; le turbaba el sueño; llegó a convertirse una pesadilla.

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