BCCCAP00000000000000000001207

FRANCISCO ÜSTÉRIZ LIZARRAGA les, muchas veces mitad animal, mitad hombre. Es muy frecuente que a las noches, en la cama, les halen de las piernas y quieran llevarse a las personas" (Peli Goitisolo). - Hija, cuando vayas a orinar en el monte, ten cuidado con el Tin-tin -le decía el papá a Domitila. Realmente, refiere la historiadora Jenny Estrada, "este personaje encubría el incesto, muy común en la costa ecuatoriana, pues las jovencitas no salían del hogar y quedaban al cuidado de los varones de la casa". La cultura Valdivia trasluce un comportamiento sexual incestuoso que ha llegado domesticado a los huancavilcas y, a través de ellos, hasta nuestros días. El incesto es como una berruga incrustada en el tablero genético de nuestro pueblo. Las relaciones incestuosas son atribuidas al Tin-tin y sus frutos unos pequeños monstruos nefandos que es necesario procurar destruirlos. El Teniente Político de una parroquia de la costa daba testimonio de haber visto miembros de infante triturados por los chanchos. "La ley ecuatoriana, en el capítulo dedicado al abuso de menores, no menciona lapalabra incesto. Esta figura queda contenida, sinnombrarla, en la violación. Se considera el incesto como una violación con agravan– te. La violación es una coacción cometida con el uso de la fuerza y, si tal extremo no está presente, no ha existido el incesto. El silencio que se teje en torno al problema del incesto en una sociedad en la que la legislación no toma en cuenta tal fenómeno, queda (aquel) diluido en figuras jurídicas como el atentado al pudor o la violación" (Álvaro Carrión, psicólogo, profesor de la Universidad Católica de Quito).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz