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FRANCISCO ÜSTÉRIZ LtZARRAGA Después me lleva a la entrada de su casa y me dice: - Esteban, mi esposo, tiene un deseo que no se atreve a expresarle y me manda para que yo le exponga: Esteban quiere una misa de réquiem. - Y, ¿quién ha fallecido? - No, nadie. Mi marido suspira por anticipar sus honras fúnebres. ¿Será pecado? Y uno no sabe si el que pide la misa de "honras" en vida es Esteban o Rosario. O si el motivo es impulso del espíritu o de la vanidad: sentirse sumido en un efluvio de lágrimas y rodeado de recuerdos piadosos y condolencias de familiares, amigos y vecinos, y en cuerpo presente y viviente. Definitivamente, Engabao es distinto. Las primeras comuniones se hacen al culminar la catequesis, es decir, después de reflexionar los cincuenta temas que se desarrollan en dos cursos escolares. Y, vuelta, se inicia la andadura con nuevos grupos de familias. Muchos hombres y mujeres, jóvenes -chicos y chicas- han colabora– do y siguen colaborando en esta tarea: Juan García y Rosa Tomalá, Fennín Tomalá-AngelitaRodríguez, José Venancio-Mercedes Tomalá, Juan Vera-Cecilia Cruz, Ángel Orrala-María Tomalá, Enrique Tomalá– Dora Rodríguez, Santos Borbor-Laura Tomalá, Víctor Armando de la A. y esposa, Pedro e Irma, Martín Tomalá, Jenny y Sarita Tomalá, Araceli Vera, Ubaldina García, Maryori Tomalá, Amada Lindao, Sonia, Julia, Vicente Tomalá, Macario Tomalá... y muchos otros. A todos nuestro agradecimiento. Dios les pague. Merece unamención especial Santos Borbor; ha colaborado desde el lillClO. Formó el grupo de la Rama Católica de Fe Cristiana; reunió un grupo