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CIENTO CINCUENTA LUNAS GD compartimos un sabroso agasajo: arroz con pollo, chocolate, queso, pan. Iniciaron la carrera 70 niños; en el largo trayecto ha habido desercio– nes. Se ha ganado una pequeña pero significativa batalla. Y sigue la catequesis en los dos niveles. A pesar de las dificultades y desalientos, a veces, hay gente que dice SÍ a Jesús. Eloy viene a Playas y dice que la señora Olinda Mejillones no pudo asistir a la reunión porque a esa hora estaba de parto; y también que los padres de familia se están despertando, los temas son interesantes... Algo está ocurriendo en Engabao. El Espíritu está batiendo un aire nuevo; las ráfagas soplan, espantan la ceniza y avivan la brasa. La Quema de los pecados Esta mañana del sábado 22 de agosto ochenta personas se reúnen en la capilla para una celebración penitencial: son los niños y sus papás. Se les reparte una hoja de papel en blanco y se les invita a recoger los pasos de su vida y anotarlos con la imaginación en el papel (algunos se ayudan con el esfero) y a depositarlos a los pies de Jesús clavado en la cruz; y el Señor va a pasar un borrador especial para barrer la basura del papel y del corazón. Eloy levanta el fuego en un tarro de pintura y, uno por uno los feligreses, silenciosos y severos, recogen el papel y lo botan al fuego. Crepitan las llamas y arden egoísmos y deslealtades, caprichos y deshonestidades, abusos y rencores, envidias y venganzas. Los ojos chispean de asombro, los labios ensayan una leve sonrisa y brota en los corazones una inmensa esperanza. Y suenan las palabras de Juan: "Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo ...danos la paz".

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