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CIENTO CINCUENTA LUNAS salen de la iglesia y con la alegría de la llegada del Niño, organizan una procesión por el pueblo despertando las tinieblas con sus blancas voces. Llegan a la casa de la madrina y participan en una espléndida cena, la cena de nochebuena: caldo, seco de gallina, colas y dulces. El día de navidad los grupos de pequeños, acompañados ahora de un "stradivarius" participan en lamisa; se forma un ambiente tan regocijan– te y expansivo que es necesario llevar la eucaristía por chaquiñanes. Y terminada la misa, pastores y zagales acompañan a José y Maria, ahora con el Niño, en procesión por las calles del pueblo y recalan en el domicilio de lamadrina donde se sirven el almuerzo de navidad. La navidad es la fiesta de los regalos y los juguetes. Finados Noviembre es unmes de comunión con los que partieron, de tocar con la mano el más allá. Ya en la segunda mitad de octubre las tinieblas ciernen semillas de misterio. Jinetes tocados de sombrero cabalgan caballos negros y agúaitan la intimidad de las familias desde las ventanas. El diablo anda suelto recorriendo las calles y doblando las esquinas y haciendo encuentros fortuitos en salones y en gente que regresa a su casa. Empiezan las apariciones y los golpes en las puertas de madera. Es el papá que se hace presente en la alcoba de la hija, el niño tierno que marchó sin el agua de socorro y pena en la orilla del mar llevando una antorcha prendida en una quilla sin gobierno. El primero de noviembre, día de todos los santos para el calendario cristiano, las familias de Engabao preparan los "guaguas" de pan para los niños fallecidos: (entre abortos espontáneos más los nacidos vivos y fallecidos a temprana edad, suman hastamás del cincuentapor ciento de la prole). A las seis de la tarde, pandillas de pequeños pasan por los

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