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FRANCISCO ÜSTÉRIZ LIZARRAGA En el terreno sexual aguantan mucho. El desorden en este asunto hunde sus raíces en terrenos anteriores al Antiguo Testamento, antes de la aparición del primer homínido sobre la tierra. Es el poderoso e incendiario rescoldo que aviva la supervivencia de las especies. A través de las tribus antiguas ha llegado hasta nuestros días ep_ minifalda y en débiles formas de convivencia y se ha consolidado con el inveterado machismo y las formas silvestres como se conciertan los ma,trimonios entre los jóvenes. La gente es d.e estatura mediana tendiendo a baja: estructura fuerte, ancha espalda, muslos fornidos, pómulos brotados, ojos en leve indicio de procedencia oriental, cara redonda, piel canela. Generalmente, las mujeres mantienen un porte perimetral; visten ropa rozagante y de múltiples colores que les hace más anchas y menudas. La estabilidad de la comunidad se asienta en la familia. Ésta, normalmente, es numerosa y, a veces, resulta un pequeño clan donde se cobijan abuelos, padres, hijos, tíos padrastros, entenados... La autoridad reside en el varón, el esposo; él ordena y decide la marcha de la familia. Lamujer es lamadre de sus hijos y tiene como tarea cuidarlos y educarlos, y da estabilidad al hogar. Complace al marido y le tiene lista la ropa y la comida. Ocurre con frecuencia que es más sirvienta y empleada que esposa o compañera. No puede tomar decisiones ni manejar plata ni, mucho menos, entrar en los asuntos de trabajo, en los problemas de la comunidad, ni que decir en la vida privada del marido. Éste, una vez cubiertas las necesidades de la familia -alimento, vestido, educación- es libre para distraer su virilidad en otros conciertos. Es más macho quien más hembras pastorea. En lamujer descansa la parcela religiosa del hogar; ella se encarga de