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también cuenta de lo duro que era para el misionero tener que ocuparse de construcciones de envergadura, además del trabajo pastoral en barrios lejanos... Continuamos con la carta del P. Femando de Erasun al P. Provincial de Navarra: al tomar la Misión de Pangasinán, se tomaron conventos e iglesias en muy mal estado "sin contrato ninguno sobre los recursos necesarios para su arreglo y sostenimiento del Padre". Y termina así su carta: "¿Podríamos arreglar ahora lo que no se hizo entonces? ... esto toca a los Superiores". 4. En la Visita Canónica que a principios de 1937 hizo el P. Superior de la Custodia, P. Félix de Igúzquiza, a las parroquias de Pangasinán les comunica que Mons. Guerrero le pidió que cambiase al P. Pedro de Muniáin por el P. Jacinto de Erasun, que llevaba más de un. año aprendiendo pangasinán con su primo el P. Fernando. El P. Félix le contestó que no había inconveniente con tal de que le asignase 30 pesos mensuales. Después de algunos meses de espera, la respuesta fue afirmativa. El P. Jacinto sucedió al P. Pedro en marzo de 1938. Mons. Guerrero lo había dejado todo arreglado antes de ser nombrado Obispo Auxiliar de Manila en diciembre de 1937. El P. Pedro volvió a Manila, donde falleció en 1957 a los 80 años de edad. Vaya para él mi recuerdo de admiración. La opinión del P. Cesáreo. 1. Para esas fechas ya había fallecido el P. Cesáreo; pero a los pocos años de su trabajo en Pangasinán se dio cuenta de que había que dar una solución al problema económico que a los cinco Padres de Pangasinán tanto afectaba. Sobre esto escribió unas cartas al P. Provincial, Ladislao de Yábar, y al Superior de Filipinas, P. Eusebio de Azpilicueta; una copia de la dirigida a éste la envió al P. Provincial. En estas cartas expone con toda franqueza la situación 89 • 99 Archivo Provincial de Capuchinos. Legajo de Filipinas. 0D
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