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lo, acusando al Sr. Buckisch de la actitud obstruccionista y hostil de la Oficina de Educación Privada. El P. Cesáreo en la Cámara Baja. Debido al gran revuelo causado en la opinión pública por la prensa, se determinó celebrar una reunión de todos los Directores de Escuelas y Colegios. Así se hizo, y con este motivo hablaron en la Cámara Baja muchos Directores de Universidades, Colegios y Escuelas. También el P. Cesáreo que, en el uso de la palabra, acusó de antidemocrática la supresión de las Escuelas Privadas ejercidapor el Sr. Buckisch; primero por no estar basada en regulaciones fijas, y segundo por ser unipersonal, dejando así mucho margen al despotismo y a las parcialidades. Por fin, con fecha 20 de septiembre de 1928 acordó la Cámara nombrar una Comisión de investigación, mientras el Diputado Beni– to Soliven preparaba cuidadosamente un proyecto de Ley para establecer normas claras y precisas. La Ley fue aprobada por los Diputados el 5 de noviembre de 1928. Toda la actuación del P. Cesáreo en este asunto de las Escuelas Privadas (su lucha en la Prensa, sus reuniones y su misma intervención en la Cámara Baja) no pudo menos de hacer mella en su salud, que no estabapara grandes esfuerzos. Por eso, terminado para bien el asunto de las Escuelas Privadas, en enero de 1929 tuvo que tomar un descanso en Antipolo 11 , lugar elevado en las faldas de la sierra. De esto nos hablará después el mismo P. Cesáreo. Vocación misionera del P. Cesáreo. Ciertamente que el P. Cesáreo se distinguió en la defensa de la Iglesia; pero su vocación era otra desde sus años de estudiante. En la 11 Antipolo se halla al nordeste de Manila y era lugar muy apropiado para el descanso. Véase página 40, nota 44. 17

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