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EPÍLOGO 1. Las dos últimas parroquias regentadas por los Capuchinos en Pangasinán se dejaron el 18 de mayo de 1961. El año anterior -mayo de 1960-habíaprofesado en Tagaytay el primer capuchino pangasinés, P. Montano Domingo; el 15 de agosto de 1961 iba a profesar el P. Je– sús Chúa Mendoza; el 14 de agosto de 1962 iba a tomar el hábito el P. Domingo Frías, primo del P. Jesús. Estos tres sacerdotes eran muy apreciados por el Obispo de Lingayén, Mons. Madriaga. El P. Montano se inclinó en un principio por la vida contemplativa en un monasterio benedictino de Manila, pero se decidió por la vida que ya conocía de los capuchinos de Pangasinán, pues había sido párroco de Bugallón de 1920 hasta tres años antes de la llegada del P. Cesáreo de Legaria. Al P. Jesús Chúa, según confesión propia, le movió a ingresar en nuestra Orden el ejemplo de los capuchinos de Pangasinán y la vida del P. Pío de Pietrelcina. 2. Al P. Jesús le invitaron varias veces a dar retiros al clero de Pangasinán; las vacaciones de verano las aprovechabapara ir a Pangasinán a animar a sus antiguos compañeros del clero, dándoles oportunidad de unos días de descanso, supliéndoles en la parroquia. Por fin en noviem– bre de 1991 se hizo cargo de la parroquia de Bugallón, donde falleció en marzo de 1 991 a la edad de 7 4 años. Se le dio sepultura en nuestro cementerio de Lipa 171 • 171 En nuestro amplio tereno de Lipa, además del Seminario, se construyó después el Monasterio de Clarisas Capuchinas Sacramentarias; dentro de sus tapias se construyó un cementerio para el sepelio de ambas comunidades. GD