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terreno se registró a nombre de la Diócesis de Lingayén. El abogado de laMitra, que notarió los pertinentes documentos, percibió 100 pesos de los 500 que permitió el P. Custodio. Los tres últimos años de Pangasinán l.Alos l0díasdeterminadalaermita,elP.FideldeLecámañadejaba Bugallón para sus vacaciones. Antes de su viaje de vuelta a Filipinas, dejó 55 dólares al encargado de Misiones de la Provincia para comprar y enviar una imagen pequeña de la Virgen de Lourdes para la ermita de Lasip. Todo lo que a continuación se va a narrar en este apartado tiene por fin mostrar que la actitud de los dos expangasinanes en sus repetidos viajes a Pangasinán tenía un buen fin y así lo comprendió el P. Custodio, al no impedírselo. En efecto los dos expangasinanes veían claro que los Padres de las dos parroquias, cuya entrega a la Diócesis no iba a tardar, no podían atender entre los dos solos el trabajo pastoral extraordinario tal como estaba planeado desde años atrás y que, además, había aumentado por el crecimiento de la población. Cuando el P. Fidel volvió a Filipinas, le dijo el P. Custodio que su puesto no eraPangasinány pidió al Obispo de Lingayén el nombramien– to de Párroco de Bugallón para el P. Benjamín de Ilárduya, que había quedado de Vicario Substituto. Al P. Fidel le dijo que podía pasar unas semanas en Pangasinán en espera de un nuevo destino. El P. Benito de Arraiz estaba ya en Pangasinán en la misma situación de espera. El P. Fidel estuvo allí unos 1Odías. 2. El 18 de noviembre subieron los dos Padres a Tagaytay. El P. Fidel había sido destinado como profesor del Seminario Seráfico 166 , 166 Iba a tomar las clases del P. Gregario de Fuenterrabía que había sido destinado a la escuela de nuestra parroquia de Mandaluyong que se inauguró en junio de 1959.

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