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terminándose. Esto era más común en Salasa por la distancia de. los barrios de más población. El P. Jacinto había optado por cerrar las puertas de la iglesia al terminar el Credo; los que llegaban retrasados esperaban a la segunda misa. Los párrocos de Aguilar y Bugallón decidieron hacer lo mismo. Fue en noviembre de 1952; pero unos de Aguilar le dijeron al P. Benito de Arraiz que se lo iban a impedir por las malas. Llegó el domingo y no pasó nada, porque el P. Benito había llamado a la Constabularia, y un jeep del Cuerpo se presentó a la hora establecida. No hubo más problemas, pues la gente entendía la razón. En la segunda misa no se cerraban las puertas; los retrasados a la primera entraban al salir los anteriores, y los que llegaban tarde a la segunda, asistían a lo que quedaba de la misma. Cuando llegó la luz eléctrica, cesó el problema; además la gente fue adquiriendo hábitos de puntualidad. 2. Bugallón carecía de una Asociación de hombres, ni siquiera los había en la Legión de María; en Aguilar había dos maestros de escuela muy capaces. El 12 de agosto de 1954 se erigió en Bugallón la Sociedad del Santo Nombre (Holy Name Society). Era una Asociación de hom– bres, que empezaba a extenderse por entonces. Para su fundación vino dos veces el Encargado Diocesano de Acción Católica. Ingresaron 21 hombres capaces, y, donde antes se andaba mal para contar con 6 para llevar el palio, había ya un grupo que sabía dar razón de lo que se hacía en la parroquia y pasar al párroco sugerencias de la gente. A las pocas semanas se organizó el Apostolado de la Oración que promovía la devoción del Sagrado Corazón. Hay que hacer notar que una de las labores de apostolado de la Legión de María era la de reclutar miembros para las diferentes Asociaciones religiosas. Ya se habló antes de la Cofradía del Santísimo Rosario que los Padres Dominicos habían establecido por todas las parroquias de Pangasinán y que se mantenía en las familias.

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