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2.000 habitantes y el inmediato con 3.000. Pues bien, en ninguno de estos dos barrios puedo decir misa los domingos y fiestas de precepto durante todo el año, pues no puedo disponer de otro padre. Del primer barrio vienen a misa unas ocho personas, y no pasarán de 40 las que vienen del segundo.Necesitamos, pues, nos manden más refuerzos. De Manila no nos pueden ayudar, pues con la nueva Casa Central todos serán pocos para el trabajo de allí" 14 º. Parecidas aclaraciones sobre la escasez de personal y dificultades de apostolado hacía el P. Fidel de Lecámañaal P. Provincial el 21 de febrero de 1951 141 • 2. La falta de personal constituía un trabajo añadido y afectaba al sistema nervioso. Así, por ejemplo, cuando había que atender, a la vez, a dos actividades pastorales, como cuando estaba uno para salir a una escuela de barrio tenía que dejarlo, o no podía acudir a una escuela de barrio porque el transporte público no daba tiempo para llegar a punto. Esto afectaba más a Bugallón por falta de jeep, al ser la más pobre, debido a que desde el comienzo se encontró sin una iglesia decente y sin un convento apropiado. Estas necesidades absorbían gran parte de los ingresos. La celebración de las Fiestas de los barrios, y más si eran lejanos, llevaban consigo un sacrificio añadido debido a la caminata bajo el sol de abril y sin poder beber ni una gota de agua hasta terminar la misa. Así era la norma del ayuno eucarístico hasta que la cambió el Papa Pío XII. Desde entonces se podía tomar alimento líquido y agua una hora antes de la misa. Otro cambio ventajoso fue la facultad de celebrar misas por la tarde. Pero todavía quedó la norma de tener que pedir permiso para trinaciones. No hay que olvidar lo que ya se ha dicho en otras ocasiones sobre el 140 Archivo Provincial de Capuchinos, Pamplona, Legajo Filipinas. 141 HuARTE, Florencio, Noticias de Filipinas, pág. 332. UwJ

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