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había sido recientemente reedificada. Fue en la que trabajaron los religiosos, con las ayudas de los fieles y sobre todo del Ayuntamiento. Era al parecer buena parte de la fachada sur, que daba hacia la huerta. 110. La finca conventual comprendía también una huerta muy fértil, situada junto al convento; medía 36 áreas y 53 centiáreas y lindaba por el norte con el convento, por el Este con carretera hacia Sos y con huerta de Pedro Plano, por el Sur con el mismo terreno de Plano y con campo olivar de la monjas de la Caridad, y por Oeste con huerta de Tomás Los Arcos, "cuyo dueño es hoy al paerecer su hijo don Gregorio". Vale 3.000 pesetas. Por tanto importaban en total dicha fincas 112.000 pesetas. 111. Fue el capital que aportó Félix Domínguez y que pasó a pertenecer proindiviso a los cuatro otorgantes de la escritura, luego que los señores Gárate, Bueno y Labayen le compraron una cuarta parte cada uno, y él se quedó con la otra cuarta parte restante: "Y éste último y aquellos los aportan como parte del capital de los constituyentes, en la misma proporción en que los han adquirido, proporción igual al del número de las acciones que cada uno se adjudica, o sea a veintiocho acciones cada uno". Hemos insistido en la constitución de esta sociedad mercantil, basada en la propiedad de la finca conventual como base de su capital social, para apreciar bien la situación y los pasos que daría la Orden Capuchina después de bastantes años. La Orden Capuchina adquiere la huerta del convento 112. No tenemos noticia de ningún contencioso entre "La Asegurado– ra" y el convento de capuchinos de Sangüesa. Sin embargo, la situación no era aceptable, ni segura. Es cierto que velaba y solucionaba la propiedad, rehuida siempre en la Orden Capuchina, que buscaba siempre la expropiación neta y total. Sin embargo, no era lo mismo una sociedad mercantil, que un Patronato creado expresamente para los conventos capuchinos. Por eso, algunos guardianes del convento pensaron en un cambio jurídico de esta situación. Así lo pensó el P.José María de Oyarzun, que gobernó el convento en el trienio 1924-1927. Este integro 58

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