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de paciencia que ya llegará el momento y no será muy lejano, en que nos hagamos cargo de él" 27 • El asunto había entrado en buen camino, aunque se imponía una breve espera. La intervención de Doña Dolores de León, viuda de Landa 34. Mientras la gestión entre Sangüesa y Pamplona esperaba sus frutos, entró en escena la iniciativa privada de una mujer singular, que aspiró a una restauración total del franciscanismo en Sangüesa, comen– zando por el eremitorio de Rocaforte y siguiendo por el convento de san Francisco. Se trató de Doña Dolores de León, viuda del Doctor Don Nicasio de Landa, médico de reconocido prestigio enPamplonapor suprofesionalidad y por sus elevadas iniciativas sociales 28 • Es obvio que no podemos en este momento ni pergeñar la personalidad de dicha señora, que queda bastan– te iluminada con la correspondencia que publicamos. 35. Ella no se dirigió al Provincial de Cantabria, sino que para superar el criterio del mismo, acudió al Comisario General de los franciscanos de España, P.Serafín Linares. Le escribió una prolija carta, fechada en Sangüesa el 22 de septiembre de 1896. Se presentaba como la viuda de un sabio y de un santo, el Dr.Don Nicasio de Landa. El le había respaldado en sus proyectos, conocidos y aplaudidos por el nuncio Mons.Rampolla, quien le había hecho llegar no sólo la bendición de León XIII, sino también un precioso collar para una kermese benéfica en favor del asilo del Niño Jesús de Pamplona. Más tarde, había escrito al diputado señor Mata Oneca para que en Sangüesa se trasladasen los ancianos de ambos sexos de la Misericordia al hospital del convento del 27 El P.Cáseda residió en América los años misionando en diversas regiones. La dificultad de fundaciones era interna, por estar la Provincia con escasez de personal para atender a sus compromisos. 28 Véase GEN VI, 401. 30

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