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a extramuros de esta ciudad un convento de Monjas Agustinas del Sagrado Corazón de Jesús y son treinta y dos de Comunidad, pero sucede que no hallándose contentas de vivir en soledad, sino que deseando estar dentro de la población, han gestionado cerca del Ayuntamiento para que les venda el exconvento de San Francisco de ésta, y habiéndose hecho la tasación, asciende a más de catorce mil duros, sin contar la Yglesia, que no ha sido tasada porque ya estaba concedida para el culto público desde muchos afios atrás". Por otra parte, Don Eladio se refiere a una situación personal, que le impedía seguir gestionando el asunto. El Sefior Obispo de Pamplona, le había nombrado confesor de dicha comunidad de Agustinas, lo que le ataba las manos para mezclarse en el asunto del convento, "que tanto apetecen las monjas". Animaba al Provincial a no desistir en el empeño. Más aún, el 27 de marzo de 1892 se atrevía a presentar al Provincial al sacerdote Don Babil, que llevaría adelante la gestión de la restauración franciscana, pues quería a la orden y era muy activo. El mismo no dejaba de visitar la iglesia de convento; visitaba los altares y oraba sobre los sepulcros de los religiosos, situados en el presbiterio de la iglesia. Quedaba esperando los dos religiosos franciscanos, que acelerasen la gestión. Por carta de 31 de marzo de 1892 sabemos que estuvieron los PP.José y Eleuterio, que residieron en Rocaforte. Las Agustinas quisie– ron conectar con ellos, pero cuando la Priora les envió un aviso, ellos habían partido para Olite. Le aconsejaba que no consintiese con las aspiraciones de las Agustinas porque los franciscanos eran necesarios en la ciudad y en la comarca, incluso en el alto Aragón. Sangüesa sería no sólo la capital comercial de muchos pueblos, sino también el centro espiritual,mediante la predicación y el confesonario. En carta del 4 de abril de 1892, don Eladio Navarro se daba por vencido, ya que la aspiración de las religiosas estaba respaldada en el Ayuntamiento; no cabía más que acudir al Prelado en Pamplona, quien decidiría el camino que se había de seguir.Como se ve, a este episodio se referirámás tarde el Provincial de Cantabria para aclarar por qué no llevó a cabo la restauración en tomo a 1892. 23
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