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8 de noviembre Beato Juan Duns Scoto El 20 de marzo de 1993 el Papa Juan Pablo 11, en una celebración que tuvo lugar en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, ratificó el culto tributado en algunos lugares a Juan Duns Scoto (1265-1308), y le concedió el título de Beato Juan Duns Scoto. Los ministros generales de las familias franciscanas (Fr. Hermann Schalück OFM, Fr. Lanfranco Serrini OFMConv, Fr. Flavio Roberto Carraro OFMCap, y Fr. José Angulo Quilis TOA) escribieron para esta ocasión una carta circular ( 6 enero 1993), presentando la semblanza teológico-espiritual del Beato (Véase Selecciones de Franciscanismo XXII, n. 64 (1993) 26-31 ). Recordaban que el papa Pablo VI había escrito la Carta Apostólica Alma Parens, dirigida a los obispos de Inglaterra, de Gales y de Escocia, el 14 de julio de 1966, con motivo del VII Centenario del nacimiento de Juan Duns Escoto. Al componer este himno, tenemos presente este trasfondo. Le cantamos al Beato Juan Duns Scoto, sí; pero el mejor homenaje que le hacemos, es cantar al Verbo Encarnado, porque Duns Scoto es el Teólogo del Hijo encarnado. "Deus vult alias habere Condiligentes", escribió; y por eso el Verbo se hizo carne, porque Dios quiso ser amado divinamente por el hombre. Al componer este himno, pensamos también en el Discípulo amado, cuando le llamamos a este Juan Duns Scoto teólogo de alas extendidas, y cuando repetimos, como colofón de cada estrofa: Dios es amor.

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