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también el Beato de Liébana, monje español del siglo VIII, Abad de Valcavado, nos habla del sepulcro de Santiago; este monje era de gran cultura y se enfrentó al arzobispo de Toledo, Elipando, que mantenía doctrinas erróneas sobre la persona de Cristo; asistió con el Obispo de Osma al Concilio de Francfurt (794) donde fue condenado Elipando. Por lo tanto, la alegría de la cristiandad, al encontrarse los restos del Apóstol, se explica, no como una noticia nueva, sino como una tradición cierta, históricamente respaldada y localizada. 3. El hallazgo del Sepulcro de Santiago está dentro del siglo IX. La crónica de Albelda nos habla del Obispo de Iría Flavia, Sisenando, que goza de gran estimación, gracias al Santo Apóstol (año 881 ). El Sepulcro serádescubiertograciasaunalluviadeestrellasporelaño813(Compoestella o Campustella). La noticia llega al Papa León III y al emperador Carlomagno, movilizándose la cristiandad en peregrinación por el Camino de la Costa; hay peligro de normandos y árabes. Guiados éstos por Almanzor, saquean y destruyen la iglesia del Apóstol, respetando el Sepulcro de Santiago y de sus dos discípulos (año 997). 4. La edad de oro de las peregrinaciones se extiende hasta el siglo XV y XVI; en este último se presentaron los piratas ingleses guiados por Drake (1589), pretendiendo quemar los restos del Apóstol y apoderarse de sus tesoros y donativos. Por esta causa, el arzobispo Sanclemente ocultó el sepulcro, escondiéndolo al público, y así permanecerá hasta que el Arzobispo de Compostela Mons. Miguel Payá, realizó una serie de excavaciones encontrando los restos de Santiago (1879); se sabía de su existencia en la Basílica, no de su lugar. 5. Hubo sus dudas sobre si los restos serían del Apóstol, pero Mons. Payá remitió los infonnes de médicos, historiadores y técnicos al Papa LeónXIII; éste envió a Compostela al Cardenal Caprara para comprobar– lo, llegándose por fin a. probar la autenticidad de las reliquias del Apóstol, expidiendo León XIII la Bula Deus Omnipotens, publicada en 1884, y confirmando lo que varios documentos y códices aseveran sobre el sepulcro de Santiago. 6. El escritor José Guerra Campos, en su estudio Roma y Santiago (1953) analiza la Bula de León XIII, Deus Omnipotens, sobre el cuerpo del Apóstol, con un prólogo, introducción y notas aclaratorias. La 81

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