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Extendiendo el apostolado por Aragón y Navarra, llegaba hasta Salazar y Roncal, y desde Jaca hasta Ejea y Sádaba. La Misión de Luna era casi folklórica, ya que al final se iba al santuario de la Virgen de laMontlora y las mozas casaderas endechaban ala Virgen con esta copla popular: "Oh Virgen de la Montlora que estás en ese terreno, casa a las mozas de Luna que se les pasa el tempero". En medio de los sermones de penitencia de laMisión, había que dejar lugar al sentido popular; también esto significa buscar la paz, como lo predicó San Francisco. Las chicas italianas encargaban a los peregrinos de Santiago, que el Apóstol les buscase novio que fuese buen marido. Notas finales sobre la Paz Estas líneas han querido presentarla unión del Camino Romano y del Compostelano, recordando el viaje de San Francisco de Asís, Peregrino como Santiago en el Mensaje del Evangelio, presentando la PAZ y EL BIEN para todos, sin distinción de idiomas y de naciones. Pío XI en su Carta sobre el Centenario de la muerte del Pobrecito (1926), lo describe como "El gran Penitente de la Edad Medí a orientado por la Iglesia". Juan XXIII, en su discurso de Asís, momentos antes de la apertura del Concilio Vaticano 11, lo describe así: "Su primer sueiío fue la posesión de Dios y finalmente, su meta. De joven lo tenía todo y nada le contentaba. Quiso darse a Dios para poseerlo lo más intensamente posible, y para llegar a ese extremo, se despojó de todo, quedó en la nada y lo tuvo todo". "Cristo absorbió la mente de Francisco y no tanto vivió del recuerdo del Cristo de San Damián, sino de su presencia" (San Buenaventura). "El alma vive más donde ama que donde habita" (San Bernardo). Viendo el movimiento franciscano, se pregunta Toynbee: "¿Cuántos cristianos auténticos hay en el mundo? ¿Cuántos franciscanos auténti– cos... ?" 54