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Navarrerfa, la verdadera Irufta; las otras poblaciones eran acopladas. Vienen los años turbulentos del maquiavélico Carlos II elMalo hasta la llegada de Carlos el Noble. Existe en Pamplona multitud de gente sin trabajo, llenando los garitos y tabernas de vagabundos, ladrones, blasfe– mos y todo lo que se puede uno figurar. En vez de castigarlos o llevarlos a prisiones o ajusticiarlos, el Rey Noble les da trabajo, edificando la actual Catedral Gótica, por hundimiento de la antigua románica de 1390. Vienen años de hambre y carestía; nuestro Rey compra trigo por su cuenta a 21 sueldos y lo vende a los pobres a 16 sueldos. Así va preparando con buena voluntad la unión de vecinos en 1423, con el diálogo y sabiendo escuchar. Se presenta generalmente a este Rey como un tipo gozador de la vida, edificando palacios suntuosos, dándose a las artes como en Médicis; se debe decir que con esto daba trabajo en las construcciones de Olite, Tafalla, Castillo de Tudela, residencia de Monreal, Puentelarreina y Sangüesa. Contrata artesanos, pafteros, anneros, tapiceros, fundidores de metales, plateros; trae cateadores alemanes que descubran en nuestro suelo yacimientos de plata ycobre ymantiene por su cuenta 28 ferrerías en faena diaria. Nuestra agricultura estaba retrasada y se preocupa de traer árboles frutales franceses, mejora de viftedos en Olite, cultivo del azafrán; pero esto no bastaba, era necesario movilizar la producción y autoriza las ferias de Corella, Los Arcos, Estella, Peralta yTudela. Falta organizar el comercio internacional a base del puerto de San Sebastián en la expor– tación a Flandes de productos nuestros y consigue un descuento portua– rio o exención de diezmos. Se preocupó de los pobres, tenía carta de Hermandad con el convento franciscano de Sangüesa, y con esta mentalidad mejoró todo lo posible los caminos de Pamplona a San Sebastián, haciéndolos más suaves. Después de todas estas preocupaciones, tenía tiempo para dedicarse a las Artes, favoreciendo a los pintores, escultores, músicos, coros de niftos cantores, y fabricantes de órganos, fundamento de la industria y escuela de organeros y organistas de Navarra en los siglos XVI, XVII y XVIII, de la cultura musical de nuestro pueblo que hizo posible la presencia de hasta 20 y 30 organistas compitiendo en los concursos de 44