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médicos, abogados, ingenieros o gente sencilla, obreros, empleados..., que ofrecen uno o varios días de vacación, segán ideas medievales o repitiendo las costumbres actuales del santuario mariano de Lourdes. Tenninado su trabajo y despojados de su hábito, antes de volverse a sus casas, se despiden con este saludo cristiano: "Iddio ne renda il me– rito" (Que Dios me lo tome en cuenta). Recuerdos de tiempos en que se creía en Dios y en el prójimo. Ambiente compostelano en la ciudad de Asís La primera iglesia construida en Asís en honor del Apóstol Santiago es del año 1088, es decir, noventa y cuatro años antes del nacimiento de San Francisco; así, desde nifto, veía a los peregrinos compostelanos y escuchaba sus canciones y romances traídos de tierras lejanas, en sus idas y venidas. Era tan conocido el sepulcro del Hijo del Trueno, que en las Floreci- llas le preguntaron a frl!yGil, el hennano sencillísimo: - "¿Qué es más, ser perfecto o enséftar el caminó de la perfección?" Y responde fray Gil, compafiero de San Francisco: - "¿Qué es más, llegar a Santiago de Compostela o enseñar el camino de Compostela?" Volviendo al tema de la primera iglesita compostelana edificada en Asís, que aún se conserva, habiendo culto en ella, tuvo un origen penitencial. En notas proporcionadas por el Archivero de la Catedral, Mons. Otello, se lee lo siguiente: "La iglesita de Santiago fue edificada con los bienes donados por un cierto Ubertino di Guittone di Leto, natural de Asís, que había cedido algunos terrenos para la edificación de una iglesia en honor del Apóstol Santiago, en satisfacción por la penitencia de trescientos años que le había sido impuesta por el Obispo de Gubbio, o la peregrinación a Compostela. Como no podía hacer la peregrinación, prefirió edificar una iglesia". Según confiesa el mismo Ubertino, había asesinado a su compadre de Bautismo y al hijo del compadre, al que Ubertino había tenido en sus manos al recibir las aguas bautismales; además, había asesinado a otros muchos. 23