BCCCAP00000000000000000001202

José Jing She y a algunos seminaristas. Luego emprendí el regreso aXi 'an. Monseñor, por su parte, había cumplido la palabra. Tenía traducida la Regla y le faltaban por acabar un par de Capítulos de las Constituciones Capuchinas. Con la perspectiva de dos sacerdotes venerables a las puertas de la Orden, se me presentaba otro problema. El postulantado podían hacerlo entregados a la lectura y conocimiento de los libros franciscanos que yo mismo les enviaría. ¿Pero el noviciado? ¿Después de cincuenta años de espera, no se les podría recibir en la Orden sin ese trámite?. Existían otros antecedentes. Esperando una respuesta escribí al Ministro General. Sigue el entusiasmo vocacional El mes de abril volví a Pingliang llevando algunas ayudas para la Iglesia y para la construcción de un dispensario médico. El obispo ya había terminado la traducción de las Constituciones y sólo esperaba darles un repaso para publicarlas y repartirlas entre los estudiantes. El hermano Pedro Wang bajó de Yütumiao y se llevó con gran alegría todos los libros de formación franciscana que yo había comprado en Hong Kong. Tuve la oportunidad de hablar con él dos largas horas y constatar la ilusión y simplicidad con la que había aceptado ser capuchino, y cómo él mismo está encendiendo esa llama en los estudiantes. Me dijo: - D. Nicolás Han ya sabe que me habéis aceptado. El quiere que le admitáis. Te lo ruega; pero no sabe cómo hacerlo desde tan lejos. Yo le pedí un papel y escribí: "D. Nicolás HanJiDe: querido hermano. Sé por el hermano Pedro ·Wang que quieres entrar en nuestra fraternidad Capuchina y que lo deseas con toda el alma. Cuando recibas ésta considérate recibido como postulante y que Dios te bendiga. Ponte en contacto con Pedro a quien he dado mis instrucciones. Envíame a Manila una carta donde pides pertenecer a nuestra fraternidad. Fray Juan Santos Ortiz de Villalba, Capuchino". 60

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz