BCCCAP00000000000000000001202

Usted ya sabe que esta Diócesis fue fundada y llevada adelante por los Padres Capuchinos. Su ejemplo y fuerza me han animado siempre a ser un buen misionero. Aquí todos deseamos imitarlos a ustedes en ese espíritu envidiable. Por eso nosotros deseamos continuar la obra de ustedes para que Dios reciba la gloria que le es debida. Yo, Jing She, de corazón y voluntariamente, entraré en la fraternidad capuchina para ser un auténtico misionero. Ruego a Ud. que acepte mis respetos y mis mejores deseos. Afectuosamente. Jing She", Mi traslado a Manila y apoyo de la Provincia de Filipinas Después de este viaje a China, recogí las pocas cosas que tenía y me fui a Manila, quedándome en la casa de Mandaluyong. Enterado el Ministro General de que en Pingliang se nos presentaban vocaciones, respondió en el menor tiempo: "...He tenido ocasión de hablar con Troadio sobre tu ida a Filipinas, para estar allí como huésped y trabajar con los hermanos de Filipinas, para continuar desde allí el proyecto "China", que como sabes no es un proyecto personal, sino un proyecto de la Orden. Habla con Troadio sobre la posibilidad de que esos dos jóvenes chinos puedan ir a Filipinas para cumplir sus deseos de ser capuchinos. Procura estar en comunicación con ellos para ver si se animan a entrar en la Orden. Te bendice. Flavio Roberto Carraro, Ministro General". Por de pronto, los chinos me habían dado ciertas seguridades de que se podrían conseguir los pasaportes para que los estudiantes recibieran educación en Filipinas. Luego vi que no era tan sencillo, ni con dinero. En Filipinas mi llegada cayó bien a la juventud, a la que poco a poco comencé a conocer y a animar. El padre Mateo Goldáraz, quien ya públicamente había afirmado querer dedicarse a China, de momento se brindó a acompañarme en un próximo viaje a Pingliang. A mí me pareció muy bien, puesto que ahora quien iba conmigo era el Vicario Provincial de Filipinas con el saludo fraterno del mismo Ministro Provincial. El 52

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz