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La otra carta me tocaba indirectamente. "Comprenderás la enorme alegría que me da lo que me dices sobre las perspectivas que se abren para un nuevo comienzo de nuestra presencia evangelizadora en China, según el informe del padre Juan Santos Ortiz de Villalba. De verdad, que es la noticia gozosa que yo esperaba desde hace algunos años. ¡Dios sea glorificado! Querido Eleuterio, no podías terminar tu servicio fraterno de Ministro Provincial con una gracia más grande que la que en esto te concede el Señor. Por mi parte haré lo posible para que la obra continúe ... Flavio Roberto Carraro". Búsqueda de compromiso en Filipinas Y o conocía la actitud del Ministro Provincial de Filipinas, Troadio de los Santos, favorable al proyecto de misión en China.Lo que deseaba era que se comprometiera la Provincia con sus responsables. De momento, mientras estudiaba en Hong Kong y trataba de aclararme respecto a la proyectada fundación en Macau, no necesitaba la ayuda de ningún hermano. Lo de la fraternidad quedaba de momento a la espera. Sin embargo, quería insistir ante la Provincia de Filipinas, para ir haciendo ambiente e interesar a todos los hermanos, ya que muchos no veían con claridad mi papel en el proyecto, a pesar de las cartas insistentes del Provincial de Navarra, y sobre todo, del Ministro General. Incompren– siblemente, seguían creyendo que el proyecto se trataba de una "venada quijotesca" particular mía. Yo, desde luego ponía "la venada" y "lo quijotesco"; pero también mi sentido común, mi veteranía, la bendición de mis superiores mayores y la esperanza fundada en Navarra y sobre todo en Filipinas. La carta al padre Troadio abundaba en estas ideas. Y o aceptaba romper las primeras lanzas; pero en una obra de tanta envergadura, el compromiso era de todos, ya que la mayoría de las Provincias europeas "están muy envejecidas y con poco personal apropiado". "Creo que a Filipinas, digna hija de una madre misionera, le toca ahora 33