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Con motivo de la preparación del Capítulo Provincial del año 1990, volví a insistir ante el Ministro Provincial de Navarra: "Te escribo estas letras ahora que pronto os reuniréis en Capítulo y aún puedes ayudar con tu palabra y tu buen sentido a esta nueva misión que hemos iniciado en China. La Provincia debe tomarse en serio esta evangelización. No nos han encargado directamente la misma; pero somos una parte importante, quizá la mayor, puesto que aquí estoy yo rompiendo terrones a vuestro nombre... Yo pienso que aunque esta empresa sea de la Orden, la Provincia no puede desentenderse de este compromiso con la historia. ¡Aunque sólo fuera por respeto a quienes lucharon bravamente allá, y a quienes sembraron con su cuerpo los frutos de la nueva China! Lo he estado pensando seriamente, y al final me he dicho: si algún día hay alguno que quiera venir y es llamado, deberá venir. Espero que otras Provincias lo hagan; pero si de la mía propia no hay decididos, ¿qué podré esperar de las otras que no conozco ni saben qué pasa pm: aquí? Por eso quisiera que el Capítulo sintiera como suya esta nueva China. Y luego me he dicho: cuánto esfuerzo se hizo por China, cuánto dinero, ropas, medicinas, libros se dieron gratuitamente cuando la Provincia era pobre y España se caía a pedazos. ¿Y no podrá ser ahora igual; ahora que hay más medios y comodidades? ¿O nos van a decir un día que la comodidad y la riqueza nos hicieron tacaños y desinteresados?. La iglesia china necesita ahora mismo libros, ayudas en metálico para levantar sus iglesias, pan para sus sacerdotes, religiosas y seminaristas, y dinero para rehacer sus centros de catequesis. ¿Se les puede ayudar? Desde Hong Kong les han ayudado y les ayudan con millones. ¿Vamos a decirles que no podemos? ¿Que la Provincia de Navarra no tiene un fondo de justicia y cariño para ellos; pero traducido en la realidad de una ayuda concreta...? ¿Podría de nuevo la Provincia resucitar su espíritu de amor por esta China que nos costó sangre? ¿No podríamos de nuevo mover los corazones de tantos cristianos que tanto dieron, y ahora se preguntan qué era aquello de "los chinitos"? Es curioso, padre Eleuterio, que yo haga una carta pidiendo luz e ideas 30
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