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CAMILO LUQUIN URABAYEN El Hno. Camilo se integró rápidamente en la nueva comunidad y comenzó a dar clases de literatura y castellano. Más tarde desarrollaría también una amplia actividad extraescolarcomo campamentos de verano y Cine-Forum para jóvenes durante 1Oaños. Permaneció en ese Colegio EUSKAL-ETXEA 16 años, a lo largo de los cuales el Hno. Camilo fue evolucionando y experimentando una transfor– mación intelectual de fondo, sin dejar de vivir una crisis con sus compro– misos religiosos, sobretodo con el celibato, como un problema que afectaba su desarrollo espiritual. En todo caso, el Hno. Camilo había ido madurando al respecto alcanzando una suerte de equilibrio. Con sus compañeros de comunidad Camilo fue siempre muy feliz, según me lo dijo repetidas veces, pues se trataba de un grupo humano peculiar con un estilode vida abierto y liberal, algo que rimaba muy bien con el talante personal, tendencias y aspiraciones de Camilo. En la década de los sesenta (época del Concilio) el Hno. Camilo fue experimentando un cambio de mentalidad bastante profundo en relación con las enseñanzas tradicionales de la Iglesia. Deseó vivamente y pidió insistentemente hacer algún curso de actualización teológica, y por los años 1967-1969participó asidua y entusiastamente de las clases dictadas por prestigiosos profesores del lntituto Teológico León XIII en Madrid. A lo largo de esos dos años, el Hno. Camilo fue madurando y confirmándose en la fe y convicciones renovadoras de un hombre de Iglesia inquieto y buscador."Fueron tal vez los dos años más felices de mi vida, y decisivos para mi futuro", dice en sus memorias." El mismo nos cuenta cómo al volver a Argentina en 1969 fue destinado a la parroquia de San Francisco de Uavallol, como director de la Casa de Retiro y más tarde como Guardián de la fraternidad. De lo que le tocó sufrir con la polarización que se dio por aquellos años en el Comisariato entre conservadores y progresistas, siendo él un poco el abanderado de estos últimos -'.Y de lo que hice sufrir a otros', añade en sus notas. Todo este proceso de enfrentamiento y reconciliación fue, según nos dice, una verdadera catarsis, un camino de purificación. También le tocó sufrir con sus publicaciones en diversos medios un tanto de avanzadilla, sobre todo en elperiódico quincenalACTITUDES. En general, los superiores cuestionaban este periódico, como también el obispado de la zona.
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