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Oferta A los hermanos de laprovincia y a cuantos cristianos les sirvanpara orar estospoemas Cuando mi vida torne a los brazos del Padre, la herencia escritamás hermosa que quedará de mí, será un manojo de himnos para el Señor. Es lo que más quiero, lo que escribí un día, yo pecador, con todo el amor que pude. ¡No lo olvides, oh Señor de toda gracia! Aquí va este ramo de flores. Son himnos para cantar al Señor, en el misterio de su amor sin fondo, misterio pascual. Son un homenaje a Cristo en este año bendito, Jubileo de la Encarnación. Unos pueden servirparalaLiturgiade las Horas; otros no. Todos-espero-para decir una palabra de amor al Amor de nuestra vida. * * * El himno, que cumple básicamente una función ambiental en la Liturgia de las Horas, es la parte más popular, la más variable, donde más puede intervenir la creatividad. Abrir la hora litúrgica con un buen himno favorece la entrada en oración, porque el himno es un cauce extraordinario para plasmar la fe y poner en armonía los corazones de quienes se reúnen para orar como Iglesia santa de Dios. La Conferencia Episcopal es quien aprueba los himnos que pasan a ser parte de la Liturgia. Una buena celebración no requiere abundancia de himnos para ir cambiando. A pesar de que himnos los ha habido en la tradición a millares, la experiencia secular ha demostrado que lo acertado, al menos hasta el momento, ha sido seleccionar unos pocos para sus tiempos debidos, pero estos de calidad, por su contenido teológico y 5

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