BCCCAP00000000000000000001200

vivo está, ¡oh Jesús glorificado! En ti, Dios fuerte, Hijo primogénito, callando, el corazón lo gusta y siente. Lo que fue, lo que existe, lo que viene, lo que en el Padre es vida incorruptible, tu cuerpo lo ha heredado y nos lo entrega. Tú nos haces presente la esperanza, tú que eres nuestro hermano para siempre. Contigo sube el mundo cuando subes, y al son de tu alegría matutina nos alzamos los muertos de las tumbas; salvados respiramos vida pura, bebiendo de tus labios el Espíritu. Cautivos de tu vuelo y exaltados contigo hasta la diestra poderosa, al Padre y al Espíritu alabamos; como espigas que doblan la cabeza los hijos de la Iglesia te adoramos. Amén. 41. El agua pura, don de la maftana El agua pura, don de la mañana, da a los ojos el brillo de la vida, y el alma se despierta cuando escucha que el ángel dice: "¡ Cristo resucita!" ¡Cómo quieren las venas de mi cuerpo ser música, ser cuerdas de la lira, y cantar, salmodiar como los pájaros, en esta Pascua santa la alegría! 59

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz