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Muestras en pantalla de actos finales de misiones populares. Foto fija de la barca sobre el río Arga. Se oye en lejanía: ''.A Misión os llaman, - effantes ovejas... ". "Perdona a tu pueblo, Señor, - perdona a tu pueblo -, perdónalo, Señor... ". ¡Qué bello! Dejadme recordar. Mayor 1: ¿Recuerdas a los asesinados en Filipinas y a Alejandro Labaka? Arga: De nieve, nube y sirimiri tengo ya mi memoria, pero los tales recuerdos se alzan enmi cabeceramás robustos que los robledales de los Alduides y el Irati. ¿ Cuántos dejaron esta casa para irse a misionar el mundo entero? Más de mil en estos cien años. Foto de Alejandro Labaka alanceado Alejandro Labaka, mutil aundi, adicto a los sueños altos y a las minorías étnicas, te sabías de memoria todos los riesgos evangé– licos. Gran vasco de tierra adentro, lobo de mar de recias andadu– ras y mareas altas, ojalá pronto te aupen a los altares, junto a Esteban de Adoáin, pastor de nubes y fronteras ... Silencio largo y: emotivo. Archivero: A fe, hermano Arga, que eres memoria viva de nuestra historia capuchina. Arga: No tanto como tú, archivero mayor e historiador insigne, alumbrador de Isabel la Católica. Sé que ahora andas con la