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Pero me voy. En Landabe digo adiós, bien rota el alma, porque alejarse de Iruña es acrecentar con lágrimas riberas que dejo a diario, no por desamor, sin ganas, que, de poder, Dios lo sabe, por éstas, que me quedara. Tomas de un peregrino camino de Santiago, Puente la Reina, por ejemplo, puente viejo, el río. Se oye una jota: "Refréscalos en el Arga. Si tienes los pies cansados, refréscalos en el Arga, y verás cómo te crecen, sin más, al roce, dos alas. Si tienes los pies cansados, refréscalos en el Arga". Panorámica de Funes y detalle de la desembocadura del Arga en el Aragón. Y Funes luego. Aquí vierto, en el Aragón, mis aguas, sin morir, porque los ríos nunca mueren, si embarazan tierras yermas. Los trigales se hacen oro y filigrana en cada espiga, y las cepas brindan racimos como ascuas. A la orilla del camino son buenos trago y hogaza. Además de río, el río