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Segundo coro: Dáselos a tu Madre, y que los vaya abrillantando al roce de sus dedos. Primer coro: A Ti, Padre, y al Hijo y al Espíritu, os suenen nuestros rezos como un largo temblor de panderetas, por los siglos. Amén. Unossegundos desilenciodurante los queentra unamúsica suavegregoriana. Sobre ese fondo se recita la antífona. SALMO SEGUNDO (De los ríos) Antífona: (solista). Y un día se pusieron de pie todos los ríos de nuestra geografía, y te aplaudieron. Primer coro: Los ríos son las cuerdas de una tibia guitarra sonorísima que se le fuera a un ángel de las manos una noche de rondas y aleluyas. Segundo coro: Desde entonces desgranan su rasgueo, gota a gota, en hilillos, y fecundan la tierra; Primer coro: a las veces se empinan, se hacen nube, y gotean