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Arga: ¿Y los espirituales? Arquitecto: No soy técnico en la materia, pero aún así, pensaría que también admiten adecuaciones, y muchas veces son imprescindibles. ¡Cómohan cambiado los frailes que ayer fueronmis profesores en Lecároz! No sólo se quitaron los hábitos, sino también, creo, algunas de sus viejas concepciones sociales, teológicas, morales ypolíticas. Arga: ¿No estarán cambiando demasiado? Arquitecto: Quisiera creerque no. Yomismo descubro, dentro demí, cambios importantesenmi, diría, espiritualidadarquitectónica. El respeto, por ejemplo, al entorno y equilibrio ecológico es algo que ayerno era excesivamente asumido en nuestra formación. Oel derecho a la calidad de vida en el hábitat, espacios verdes, la biodiversidad. Ha cambiado el hombre, y ello hace cambiar su espiritualidad. Arga: Mequitas unpesode encima, amigo. Asípienso yo tambiéndemis frailicos. Quisiera creer que las nuevas edificaciones que están levantándose a la base del antiguo Errotazar, les obligará a cambios y adaptaciones. Vamos, digo, que entrarán en la nueva molienda, porque eso significa...