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Todo alcanza una unidad fuertemente sistematizante en la realidad y en la categoría del pobre. Éste recupera el protagonismo o la centralidad que posee en la acción y predicación evangelizadora del Jesús histórico así corno en los grandes profetas del Primer Testamento. A través de estos pasos la soteriología se libera también de los escorarnientos espiritualistas de otras épocas y deviene emancipáción de todas las servidumbres. En su último libro Ecología (Madrid 1996, 139) Boffha resumido bien esta problemática cuando escribe: "El hecho más relevante que desencadenó la teología de la liberación... fue la indignación ética... ante la pobreza y la miseria colectiva de las muchedumbres... La opción por los pobres, en contra de su pobreza... constituyó y sigue constituyendo el núcleo axial de la teología de la liberación... El pobre ocupa para ella el lugar epistemológico central, es decir, el pobre constituye el lugar a partir del cual se intenta pensar el concepto de Dios, de Cristo, de la gracia, de la historia, de la misión de la iglesia, el sentido de la economía, la política". Hoy se dice que la teología de la liberación ha pasado. Es posible. En realidad todas las teologías van pasando por su índice de transitoriedad es alto, sobre todo si se encarnan de verdad en la cultura del momento histórico siempre cambiante. Pero van a quedar muchas de sus aportacio– nes y logros. Hace pocos meses González Faust decía en un artículo de revistas que ante todo quedará sumétodo 3 • De él afirma Boff en el mismo pasaje antes citado: "Ciertamente uno de los méritos permanentes de la teología de la liberación se debe al método que introdujo en la reflexión teológica. No parto de la doctrina elaborada. Su primer paso consiste en hacer honor a la realidad en su lado más dramático y problemático. Es el momento del ver, del sentir y del sufrir. El segundo momento es el del juzgar analíticamente en un doble sentido: conocimiento crítico e iluminación a partir de los datos de la propia fe ... El tercer momento es 3 J.I. González Faust. ¿Qué queda de la teología de la liberación tras el triunfo del capitalismo?, en Solidaridad, Ternura de los pueblos. 45.1997.1. 89
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