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Sede diese su aprobación definitiva 2 3. "Si a la Iglesia de Roma le pertenece elegir a su pastor -afirma G. Lafont-, ¿por qué la elección del pastor de otra Iglesia local no obedece al mismo principio?. Dicho de otra manera, ¿por qué la función pastoral del obispo de Roma incluye normalmente el derecho de nombrar obispos? 2 4. La igualdad de todos los cristianos ante Dios, en base a la iniciación cristiana, debiera abrir las puertas de la Iglesia a una nueva forma de elegir a los pastores. 6. Lo, función de la mujer en la Iglesia Hasta hace poco tiempo se admitía sin excesivas dificultades que la mujer era inepta para ejercer una función social. Su lugar era la familia y·. el régimen de lo privado. La emancipación de las mujeres y la reivindicación de sus derechos en igualdad a los del varón, junto al reconocimiento de su capacidad para ejercer toda función social, ocurri– do en el s. XIX, ha provocado cambios considerables en la sociedad. La discriminación de la mujer es intolerable: no procede de la naturaleza. En la Iglesia, la mujer ha sido y en gran medida es esencia servidora o sirviente silenciosa, alejada del presbiterio y sojuzgada en la nave por el varón laico. De ahí que en la Iglesia católica hayan surgido asociacio– nes cristianas que defienden un estatuto emancipado de la mujer. Muchas Iglesias protestantes han permitido y permiten el acceso de la mujer a la presidencia de sus asambleas e incluso al rito de la ordenación. Juan XXIII afirmó que la emancipación de lamujer es un signo de los tiempos. Los papas posconciliares, sobre todo Juan Pablo II, han exaltado la dignidad de la mujer, como icono del reino y símbolo de la caridad, sin concederle el posible acceso al ministerio presbiteral. Para razonar esta negativa han variado los argumentos, pero en la práctica· todo queda como antes, en contradicción con lo que sucede. en la sociedad y en algunas Iglesias. La función de la mujer en la Iglesia es un desafío, cuya moratoria no se puede posponer 25 : 2 ' Cf. K. Schatz, Bischofswahlen. Geschichtliches und Theologisches: "Stimmen der Zeit" 207 (19893 291-307. 24 G. Lafont, Jmaginer l'Église Catholique, Cerf, París 1996, 217. 25 Cf. La non-ordination des femmes. Un moratoire contesté: "Lumiere et Vie", 224 (1995). 71