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Con un sentimiento de fraterno compartir os ofrezco estas "Experiencias - Reflexiones - Orientaciones" sobre el tema del el. El destino y el éxito del el depende, en gran parte, de la preparación y capacidad que el superior local tiene de convocarlo, prepararlo bien y dirigirlo de modo interesante, a pesar de las dificultades y las experiencias negativas. Por lo tanto, no sólo es deseable, sino incluso indispensable, que los susperiores locales más jóvenes y nuevos estén preparados e instruidos para este "servício pastoral" a los hermanos. En la elaboración de este pequeño subsidio práctico he tenido presente, ante todo, a mis hermanos que tienen la responsabilidad de la fraternidad local y provincial. Es importante para la celebración del el una estructura clara y segura. Sin embargo, sería un malentendido si todas las fraternida– des quisieran celebrar el el siguiendo siempre el mismo esquema. En el ámbito mismo de una fraternidad es deseable un sano cambio. No sólo se deberían tratar los asuntos materiales, las cuestiones "prácticas", sino también los problemas espirituales propios de nuestra vida y actividad como Capuchinos. Aun la formación permanente de los hermanos debería encon– trar un incentivo bien puntual en el el. Toda fraternidad tiene sus propias características y conoce mejor que nadie sus propios defectos y valores. Por ello animo a toda fraternidad a investigar y buscar la manera más adecuada para celebrar el el. ¿Quizá sea demasido ideal pensarlo? La sana pluriformidad de la vida fraterna y cultural se debería manifestar precisamente en el el. Me he quedado maravillado y me ha causado alegría ver cómo 89