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el superior. Por ejemplo, carecer de respeto y de acogida en la confrontación de un hermano, aun el más .pequeño, el menos estimado por la fraternidad, comunica al grupo un clima de valoración que, a la larga, tendrá consecuencias negativas para todos. 2) Cree, hasta el final, que todo participante tiene algo que decir y dar a la fraternidad y que se trata de una aportación única e insustituible. 3) La mejor solución en el aquí-y-ahora de una fraternidad es la que nace del trabajo de la discusión y del compartir fraterno: no la que podría ser la mejor en una comunidad. Una solución menos exigente a nivel de compromiso, pero más compartida por toda la fraternidad, se considera el mejor paso adelante en el crecimiento de la comunión. 4) Ten confianza en la fraternidad. Analizada profundamente, toda fraternidad consigue encontrar el camino más adecuado, la mejor solución para el propio avance. 5) Fíjate en particular en los que tienen poco peso en la fraternidad: si les das espacio y eco a sus palabras, llegarás a la convicción de que constituyen las fuerzas escondidas de la frater– nidad. Te darás cuenta, además, que en sus intervenciones, a veces de sumisión y hastadesafortunadas, aportan preciosas indicaciones para el camino comunitario. Ayuda al hermano que se expresa de modo confuso o repetitivo, a precisar y sintetizar su pensamiento. Servirás de modelo también para otros. 6) Cumplirás bien tu deber si: - hablas poco y eres diligente en hacer hablar; - intervienes para facilitar la comunicación de un mensaje o una interacción, más que sobre contenidos específicos; - tienes intervenciones que van más por el camino de la fraternidad que de cada individuo singular; más para hacer que se encuentre la solución, que para dar tú las soluciones. 74