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problemas de toda la fraternidad provincial e, incluso, de toda la Orden (por ejemplo, antes del Capítulo general o al tratarse de una reunión a nivel de la Orden). 2. Es aconsejable que las cuestiones, exigencias y problemas recogidos en la consulta precedente de los hermanos sean ordena– das según su importancia y lógica interna. Así se facilita un tratamiento ágil y eficaz de los temas. El deber del moderador del el es establecer el orden delos temas que se deben tratar. 3. Durante el el, no se deben admitir nuevos temas, a no ser que se trate de temas extremamente importantes y que no admiten dilación. Aun en tal caso, se debe obtener la aprobación de los capitulares, para poder tratarlo inmediatemte. 4. ¿Cuestiones prácticas y/o temas espirituales? En algunas fraternidades, en el el, se tratan exclusivamente cuestiones prácticas. Pero lavida fraterna no consiste, primariamente, en la construcción y mantenimiento de edificios o en asuntos económicos. Cuando en el el se habla sólo de cuestiones materiales y económicas es señal de que la dimensión espiritual se relega a la conciencia y discreción de cada hermano. Muchos hermanos tienen una cierta prevención para hablar de temas espirituales o de cuestiones de fe durante el el. Sin embargo, sería ventajoso para toda fraternidad si, en el el, junto a cuestiones materiales, se abordasen también temas espirituales. Las Constituciones invitan a los hermanos a tratarregularmente algunas cuestiones específicas del carisma de la Orden en el el, y a examinar la vida concreta de la fraternidad respecto a esas cuestiones (Const. 142,3); y más en particular: - La oración común y personal de los hermanos (53,3-4; 57 ,2). - La vida de pobreza y el uso responsable de los bienes (60; 67- 71). - La vida de fraternidad (89); la formación permanente (158,2). - La actividad apostólica (146). - Límites y carencias de la fraternidad (160). (cf. a este respecto recuérdese fo dicho antes, en pp. 12-13). 59

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