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el disminuyen rápidamente cuando el el no está bien dirigido. 9) Muchos superiores locales, no están preparados para este trabajo. Más aún, tienen, incluso, miedo de celebrar el el, porque en el mismo el, a menudo, son criticados y atacados por algunos hermanos, que durante el el se desahogan y manifiestan su descon– tento. 10) Muchos hermanos ponen demasiada expectativa en el el; para ellos la "función de consejo" que las Constituciones atribuyen al el, es demasiado escasa: el el debería ser un organismo en que también se toman decisiones vinculantes. Por lo que en muchos hermanos existe la impresión de que en el el, normalmente, "se habla" demasiado y "se hace" muy poco. 2 Experiencias positivas 1) Se puede constatar con alegría y aprobación, cómo muchos superiores mayores en América del Norte y del Sur y, también en Europa, han prestado mayor atención al el con iniciativas eficaces y adecuadas a este fin. No se han contentado con constatar que el el tenga dificultades, sino que han ayudado a los hermanos a superarlas con iniciativas apropiadas, de modo que han encontrado formas y modos adecuados para un fructuoso desarrollo del el. Queremos recordar brevemente (y exhortar a imitar) algunas de estas iniciativas: - el el como tema especial para tratarse durante la visita canónica. - el el como tema especial para tratarse en el capítulo provincial. - elaboracion de un programa anual para todas las fraternidades. - formación regular de superiores locales para que cumplan su deber de guía del el. - elaboración de subsidios para la celebración del el. - participación del provincial o de un definidor o de un experto en el el. - hay también provincias en las que el provincial reúne a todos los superiores locales para tratar con ellos explícita y detalladamen- 21