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costumbre de los capuchinos, llamémonos todos, sin distinción, hermanos", "todos los oficios y servicios deben ser accesibles a todos los hermanos", "ayúdense todos mutuamente, según los dones dados a cada uno, incluso en los servicios que se deben prestar diariamente en nuestras casas" 25 • Situación de lejanía y de separación física o moral. Hay un proverbio que dice: "Lejos de los ojos, lejos del corazón". Hay situaciones en las que los miembros de la comunidad se ven forzosamente obligados a estar lejos en vez de vivir juntos, por un tiempo más o menos largo: casos que van desde la salida momentánea de casa hasta el uso de medios de transportes, los viajes, la prolongada estancia fuera de nuestras casas, el encontarse en una comunidad que no es la nuestra. El sentido pragmático en todo esto, es decir, el mirar sólo a las exigencias personales y contingentes, sería un ataque inevitable a la vida de fraternidad; por lo cual, aun en este aspecto, se dan normas como éstas: "antes de salir de casa, pidan permiso al superior", "antes de pedir permiso, ponderen en su conciencia los motivos a la luz del estado de pobreza, de la vida espiritual y fraterna 26 y a aquéllos que "en circunstancias particulares ... tienen que vivir fuera de casa" se recomienda: "siéntanse siempre unidos a la fraternidad y, a su vez, no dejen de contribuir al incremento espiritual y al sostenimiento material de la Orden" 27 • Se invita también a no olvidar que tengan "equidad y caridad evangélica con los hermanos que salen de la Orden" 28 • Por una parte los hermanos de otra fraternidad, huéspedes de nuestra casa, deben ser acogidos como en propia casa y, por otra parte, deben sentirse obligados a participar en la vida de la misma, aun en lo que se refiere a los deberes que la fraternidad tenga con ellos 29 • 25 Const 84,3-6. 26 Const 91,1-6. 27 Const 93,1-2. 28 Const 93,6. 29 Const 92,1-6. 88

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