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en favor de los otros, sea en el ámbito de la comunidad, sea en el vivir social, trabajo concebido como "la práctica de la caridad con los demás hombres" 35 , Por lo que se refiere al trabajo conventual que podemos llamar también "doméstico", recordamos, sobre todo, cuál fue lamente de San Francisco: "Decfa que los indolentes, que no se dedican con humildad y familiarmente a alguna ocupación, pronto serán vomitados de la boca de Dios" 36 • En armonía con este principio dicen las Constituciones: "Según la tradici6n primitiva de la Orden, los hermanos estén dispuestos a ocuparse también en el trabajo manual, en cuanto lo requiere la caridadfraterna o la obediencia, pero dejando a salvo las obliga– ciones propias de cada uno" 37 • Por lo demás, teniendo la posibilidad de elegir entre varios trabajos éste sería el orden de prioridad: en primer lugar el trabajo más en consonancia con la vida fraterna, después, aquél que provee las necesidades de la Iglesia y, finalmente, aquel trabajo en beneficio de los otros: "Aceptemos los ministerios y servicios en cuanto estén de acuerdo con nuestra vida de fraternidad o lo exija la necesidad de la Iglesia y de los hombres" 38 • Ni siquiera se excluye un trabajo en favor de un privado cuando eso no se reduzca a pura prestación de trabajo: "En cuanto lo pida el celo de las almas y el deseo de remediar las necesidades propias o ajenas, séales permitido a los hermanos trabajar incluso en casa de otros" 39 • Pero este trabajo y cualquier otro hecho lejos de la comunidad, no debe comprometer la unión constante con los hermanos: "Ase– gúrese siempre que los hermanos que trabajan fuera vivan unidos 35 Const 76,1. 36 EP75;FF1770. 37 Const 78,2. 31 Const 77,2. 39 Const 79,1. 78

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