BCCCAP00000000000000000001196

Las nuevas Constituciones, por lo ya apuntado, hablan y ponen en evidencia los modos de practicar la pobreza interior como fundamento y como capacidad de interpretar y vivir la pobreza exterior. La pobreza interior se compone de cosas, aparentemente de escaso significado, pero que, guardadas y practicadas con amor y perseverancia, transforman al hombre, como en el caso de la "gratitud" que se nos pide en estas palabras: "Usemos con agrade– cimiento los bienes temporales" 23 • El sentido de la gratitud es propio del que recibe y, por consiguiente, no considera las cosas como propiedad sino como algo que originariamente pertenece a otro. Es verdaderamente pobre el que se habitúa a ver todo y siempre como don de Dios y, persuadido profundamente de esto, nunca cesa de dar gracias. Es el estrecho parentesco y relación entre espíritu de pobreza y espíritu de oración, como lo vemos claramente en Francisco, que no quería considerar suyas ni siquiera las consolaciones que experimentaba en la oración y pedía a Dios el don del arrepenti– miento para no llegar a set ladrón de ellas: "Señor, a mí, pecador e indigno, me has enviado del cielo esta consolacióny dulcedumbre; te las devuelvo a ti para que me las reserves, pues yo soy un ladrón de tu tesoro" 24 • · En referencia a otras cosas a las que el hombre eincluso nosotros no hacemos caso, "Sol(a decir: Por la mañana, a la salida del sol, todo hombre debería alabar aDios que lo creó, pues durante el día nuestros ojos se iluminan con su luz; por la tarde, cuando anoche– ce, todo hombre debería loar aDios por esa otra criatura, nuestro hermano el fuego, pues por él son iluminados nuestros ojos de noche" 25 • · 23 Const 29,7. 24 2C 65,99; FF 686. 25 LP 83; FF 1592. 65

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz