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Esta distinción ha llevado en el plano histórico, a la manifiesta contradicción de que, en relación a los bienes materiales quien resulte "propietario notorio e impenitente sea privado de la sepultura eclesiástica" 11 ; al contrario, la carente expropiación de sí, en todas sus expresiones, aun las más negativas, no resulta un drama y es considerada como carencia de perfección. Este no es el pensamiento de San Francisco y la herencia que él nos ha dejado. Baste pensar-y es paradójico-que en sus "Admoniciones", que por otra parte, no son más que las llamadas que hacía a los hermanos reunidos en Capítulo, jamás jamás habla de pobreza exterior, que justamente era la pupilade sus ojos, sino sólo y siempre de pobreza interior, describiéndola en todas sus posibles dimensiones. Piénsese, sobre todo, en la cita realizada unas páginas más adelante, donde habla de cuantos observan la pobreza exterior, porque "hacen muchas abstinencias y mortificaciones corporales" pero por una sola palabra molesta o "por cualquier cosa que se les quite, se escandalizan y en seguida se alteran. Estos tales no son pobres de espíritu; porque quien es de verdadpobre de espíritu, se odia a sí mismo y ama a los que le golpeen en la mejilla" 12 • Demos una ojeada a cómo Francisco, en concreto, describe la pobreza interior y cómo puntualiza los modos más ordinarios de olvidarla y ofenderla: - "Se apropiapara sí su voluntad y se enaltece de lo bueno que el Señor dice o hace en él" 13 • - Lo que tienes de bello y bueno es lo que te enorgullece instintivamente: "Nada de ello te pertenece y de ninguna de ellas te puedes gloriar" 14 • 11 Const(l925)117. 12 Adm 14; FF 163. 13 Adm 2; FF 147. 14 Adm 5; FF 154. 62

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