BCCCAP00000000000000000001196

Interpretadas con este estilo de vinculación con lo cotidiano y con lo vivido, las otras formas de oración, descritas y recomenda– das ampliamente por las Constituciones, es decir: vida litúrgica, Eucaristía, plegaria de intercesión, liturgia de las horas, devocio– nes típicas nuestras, tendrán un sentido nuevo e insospechado para nuestra mediocridad 30 • c) Natural resonancia de la "escucha" en la contemplación. No conseguiremos jamás escuchar o guardar con atención prolongada un objeto, o sea contemplarlo, si no sentimos el instinto o no aprendimos por experiencia o fe que tenemos delante algo que merece toda nuestra participación interior. Sólo a través de este mecanismo, aunque sea en el plano natural y profano, se llega a este estado de tensión-gozo cognoscitivo que es la contemplación. Para la humanidad, en general, esta contemplación es un fenó– meno casual y, por lo mismo, circunscrito, mientras que para el religioso debe ser un esfuerzo consecuente de su estado, como la Iglesia lo recuerda: "La contemplación de las cosas divinas y la unión asidua con Dios en la oración debe ser primer y principal deber de todos los religiosos" 31 • Nuestras Constituciones, conforme a nuestro carisma particu– lar, lo dicen y lo repiten con insistencia con variedadde expresiones: "Conservemos y fomentemos aquel espíritu de contemplación que irradia la vida de San Francisco y de nuestros mayores" 32 • "Para que el espíritu de oración nose entibie nunca en nosotros, sino que se encienda cada vez más, debemos ejercitarnos en ella todos los días de nuestra vida" 3 3. 30 Cfr Const 47,4-5. 31 CIC can. 663,1. 32 Const 52,1. 33 Const 52,3. 55

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz