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dose a lo largo de toda la vida, tanto en lo que se refiere a los valores humanos como a la vida evangélica y religiosa" 29 • Toda la estructura del segundo Capítulo pone de relieve las etapas del camino ascendente que todo hermano debe recorrer. Coincide con el concepto de iniciación, entendido en términos generales, que se propone fundir el temperamento, el carácter, los dones de la naturaleza, en una palabra, todo lo humano, con el sobrenatural, de modo armónico y progresivo 30 , y, esto a través de "la asimilación interior y práctica de la vida a que han sido llamados" y "conocimiento sólido y experiencia del espíritu fran– ciscano-capuchino" 31 • La iniciación, después, tomada en sus diversas fases: postulan– tado, noviciado, postnoviciado, formación específica, pone de relieve los momentos programáticos de crecimiento y madurez. Precisamos, sintéticamente, el ámbito y las exigencias de cada uno de estos momentos: - El Postulantado, como toma de contacto y conocimiento recíproco entre el postulante y la comunidad 32 • - El Noviciado "per(odo de iniciación más intensa y de más profunda experiencia de la vida evangélica franciscano-capuchi– na en sus exigencias fundamentales y presupone la elección libre y madura de la vida religiosa" 33 • - El Postnoviciado, como período de más prolongada expe– riencia y reflexión, que finaliza con la preparación ''para la elección definitiva de nuestra vida evangélica que tendrá lugar con la profesión perpetua" 34 • - La formación específica, como una vuelta a formarse en 29 Const 22, l. 30 Const 25,1-2. 31 Const 25,5. 32 Const 28,1. 33 Const 29,1. 34 Const 30,1. 40