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Otro defecto que fácilmente se da en el ejercicio del apostolado es el considerar los espacios de la propia actividad como dominio personal privado: "Por tanto, ejerzan el apostolado en pobreza y humildad, sin apropiarse el ministerio, de modo que quede patente a todos que solamente buscan a Jesucristo" 29 y, por este motivo, trabajando siempre en unión y por mandado de la fraternidad y de la Iglesia 30 • Por lo tanto, no basta con absolver de alguna manera en el ministerio del perdón en el sacramento de la penitencia, sino hacer una experiencia personal del amor y de la misericordia divina de modo que resplandezca en nosotros "el celo de la santidad de Dios y su misericordia, así como el respeto de la dignidad de la persona humana, la caridad, la paciencia y la prudencia" 31 • En una palabra, el apostolado no es algo que hay que gestionar según nuestros puntos de vista y nuestro humor, sino que consiste en hacerse instrumento de la obra santificadora de Dios sobre el hombre, lo cual requiere que hagamos todo, no con nuestro estilo, sino únicamente con el suyo. 29 Const 154,3. 30 Const 146,1-5. 31 Const 149,3. 113