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del Señor Jesús ...fue austerísimo y apenas o nunca condescendió en darse gusto" 24 • - La, expiación por el pecado: sirva como ejemplo la terrible penitencia que Francisco se impuso por haber humillado involuntariamente a un leproso con sus palabras 25 • - Medio para vencer la tentación: "Fue víctima, para bien de su alma, de una grave tentación de espíritu... se mortificaba privándose de comer y hasta de hablar" 26 • Las Constituciones, de acuerdo con la época en que vivimos, no nos piden ciertamente lo que Francisco se exigía a sí mismo y que sus compañeros practicaban, como cuando "se recargaban con vigilias, ayunos y mortificaciones corporales... que había quien parecía que se tenía odio a sí mismo" 27 • Lo que hoy se nos pide, como comportamiento externo e interno, es, sin embargo, muy sabio y. traducido a la práctica, hace de nosotros imitadores dignos de nuestro pasado. Se recomienda que no seamos excesivamente indulgentes y acomodaticios con nosotros mismos en toda una serie de situacio– nes existenciales indicadas detalladamente. Ante todo, el no cambiar la austeridad por un deseo fuerte de querer vestimos de saco y cilicio, sino que "deben sobresalir siempre por una delicada y afectuosa caridad y alegría, al igual que nuestros santos, austeros consigo mismos, pero llenos de bondad y condescendencia con los demás" 28 : aprender a ser exigentes consigomismos y generosamente amables con los demás es ya un gran paso en el camino de la austeridad evangélica y franciscana. 24 TC 5,14; FF 1412. 25 EP 58; FF 1748. 26 LP 63; FF 1568; 2C 82,116; FF 703. 27 TC 14,59; FF 1470. 21 Const 102,2. 98

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