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1989 ALNIÑOCOLONOGUARDAOOENUNACESTA Tal vez le llamen algún día hombre a este huahua que llora, desnudo y solo, ante la casa de tabla. Su mamá estará lavando más adentro de la finca junto al estero. Y tuvo el amor de ponerlo, para que no se ensucie gateando o no lo muerdan los chanchos, dentro de una cesta de caña bajo la sombra acuchillada del cocotero. Tal vez este nifto sea uno de los que sobrevivan a las mil trampas de la miseria. Llora aun sin saberque nació esclavo. Su raza semultiplica demasiado cada día y el Faraón ya dio órdenes para que se ponga precio a la vida de estos hijos: no vale nada. Pero la mamá, instintivamente, lo puso en la canasta antes de lanzarlo a ese río humano, animal, terrible, de la vida tercermundista. ¿Se llamará Moisés? Agita las manos como alguien que va a ahogarse. Esas manos no tendránmás vocaciónque ladelmachete ylamenteno podrá ser sabia sino para sobrevivir. Tal vez llegue a ser hombre algún día. ¿QUIÉN TEME A LA PALOMA? Hace yamás de un año que estamos sinobispo. Esperábamos unviento fuerte o alguna llama pentecostal pero todo quedó en suspiros. Sabido es que el Espíritu quedó domesticado en Roma (prisionero, dicen otros) dejándonos a todos con la palabra en los labios. Punto en boca pues. ¿Quién se atreve a creer en estos tiempos que corren las olvidadas 82