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- ¿Cuál vino santo? - El que vos emplea para consagrar. ¿Recuerda que le solicité una copita? - ¿Y para qué lo quiere? - Vea, qué gracia de Dios será que las loritas no saben hablar si no toman ese vino. O se quedan muditas. Y se quedamirando a la lora que caminaceremoniosamente por el piso. Luce un precioso temo verde, azul tornasolado, amarillo; le asoman plumitas rojas. Parece muy presumida. 4 2 • La magia que nunca cesa Al visitar una casa es obligado ir ante el 'altar'. Porlo común se trata de una repisa adosada a la pared donde se amontonan los exvotos religiosos en indescriptiblemezcolanza. DofiaCelia exhibe una imagen de San Roque por delante de incontables estampas de Sagrados Corazones y Cristos sufrientes, rosarios, profusión de imágenes devotas. Algo así como la parafernalia imaginera de un torero espafiol, pero con más desorden. Dentro del muestrario tiene entronizadas dos estampas de la Virgen: ladel Cisne y la de laNube, segúnme hace saberla devota. Lo cual es indicio de la dispar procedencia geográfica de los esposos y su rigurosa competencia en lo tocante a cultos e intercesiones hasta el punto que no cederán en ese extremo (¡Tan milagrosa como mi Virgen, ninguna!). Ahí están las dos esfinges mostrando la imposibilidad de llegar a un acuerdo en tan peregrino desafío. Observo que hay esta vez otra imagen nueva; es, si cabe, más horrorosa. Asoma una cabecita de yeso orlada de rizos rubios sobre un soporte de madera y cubierta con un manto violeta poco aparente. - Es el Nifio del Gran Poder, una imagen bastante milagrera. - ¿Sí?, ¿dónde la compró? - A un sefior que llegó por acá. - ¿Le costó mucha plata? ·57