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MauriceRavin es un francés trasnacional, veterano en Africa, Indone– sia, Brasil. Inteligencia, cordialidad y cinismo al servicio del capital. Un técnico mercenario encantador, sin escrúpulos. Presenta un modelo para el desarrollo amazónico con credibilidad técnica, en apariencia irrepro– chable, donde los datos humanos son el factor más irrelevante. Su punto de vista vuela sobre el nuestro apegado a las gentes concretas, al cada día; él entronca directamente con los sagrados principios de la necesidad nacional. Una nación rica tendrá su sociedad desarrollada. Por detrás de su sonrisa suficiente brillan dólares y bayonetas. Es la tecnocracia occidental. De mi parte tengo muchas más dudas que respuestas. YUMI Así nombran los shuaras al mes de mayo: yumi, lluvia. Yconvocadas por la magia de ese nombre o, más probablemente por los conjuros de Langarica, llegaron las lluvias después de hacerse mucho de rogar. En todo caso los shuaras ya han decidido que las nubes este .verano se asustaron, no se sabe bien por qué, y huyeron de esta tierra, como los mismos venados que asimismo desaparecieron. Se quedó solo en el cielo el insaciable sol; durante meses estuvo como perro, lame y lame los jugos de la tierra. Acabó con los esteros y quebraditas; de las anchas llanuras de los ríos surgió un insólito desierto huraño de palos retorcidos. A todos los animales y plantas les abrumaba el desaliento. Ya hemos comentado otras veces lo que una sequía supone para una tierra habituada al agua de cada día y para unas gentes a las que el clima las hizo mucho más cigarras que hormigas. Ahora sólo os contamos el regreso de las nubes. Pedro no tiene necesidad de andar a pozaladas con sus patos empefiado en poner al mal tiempo buena cara y explicando a quien quiere oírle el por qué no sueltan las puestitas: "En cuanto lleguen las aguas nos forramos con las dos patas y el pato". Yen eso estamos. Por 45