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sobrarle. Compartir todo en un momento es el sistema (si se quiere puede llamársele virtud) de la sobrevivencia, hoy por ti mafíana por mí; en cambio la generosidad, dar sin esperar nada a cambio (fuera de quedar bien ante Dios, los demás y sobre todo ante símismo), sólo está al alcance de los buenos burgueses. Como éstos queme rodean, este privilegiadoclub de tenistas o algo así, de modelos exclusivos e importados, dentro de un país de náufragos. Por un momento he visto la otra cara de la moneda social, cultural, eclesial. Al salirde la iglesia camino al lado de Gonzalo Ortiz, uno de los ministros más influyentes en esta corte de los milagros que son los alrededores del Presidente Borja. No le saludo, pues me encuentro todavía demasiado ajeno al ambiente, con un humor de gato remojado, o provinciano metido en iglesia de once varas. A pesar del gentío esto no es un bus, se cede el paso cortésmente conuna sonrisa. Suena todavía una sentimentalmelodía desde el interior y, si bien en el atrio duermen entre harapos algunos bienaventurados mendigos, todo estuvo muy rico y muy abundante. 132 . ·':– • ! ., •.. -. ' / ~\r:: . .. :~ i·~· .~"- ~ ~ tf:f. ~· .