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abundan) las aguas no cesan, no se observa tierra finne en el horizonte. Desde la barca mandan emisarios, se multiplican los vuelos y reuniones internacionales, pero nadie trae todavfa la rama de olivo en el pico. PONERSE MOÑOS Me envían un comunicado desde el colegio de Limoncocha, estableci– miento donde se gradúan en ignorancia (entre otros saberes) los maestros futuros, circo donde hasta los enanos crecen. Pero vean cómo encabezan su papel: "Instituto pedagógico intercultural bilingüe, Abogada Martha Bucaram de Roldós". Eso de entrada; como despedida sueltan un "Ecua– dor, país descubridor del río Amazonas" y se van tan anchos. He aquí la amplia capa del hidalgo sobre los cueros vivos, el engolamiento donde falta sustancia. No es de buenos diplomáticos mentarla soga en casa del ahorcado, por ello acudo al favor de una citanacional. Se trata de unconocido periodista, colaborador de la revistilla de izquierdas -de casi nadie, en palabras de estos tiempos que corren- 'Punto de Vista' (Nº 503, 27/1/92); dentro del articulo "Sancocho deMamaMaría", donde cavilaba sobre la cercanía de algunos extremos, cómo incluso pueden tocarse el hablar del papo con el servilismo. Y remataba, "¿cuándo perderemos ese complejo de inferiori– dad que nos ha hecho como íntimamente sabemos que somos, y gracias al cual este país sinmemoria y repleto de basofia (sic) es tan mediocre como lamayoría de los que lo fonnamos yla totalidad de los que lo gobiernan?". Como ven seguimos con la antigua tradición, tan española, de los hidalgos arruinados; el fiero honor y la picaresca van todavía de la mano. Qué bochorno. "Ecuador ha sido, es y será país amazónico" campea en cualquier papel oficial; al escucharlo me viene a la memoria aquello de "España, reserva espiritual de occidente". 128